lunes, 30 de marzo de 2009

DESDE EL CONGRESO DE JALISCO.

La motivación de escribir estas líneas es porque no podía dejar de expresar la indignación, vergüenza, impotencia y rabia que sentí ante los actos que sucedieron Jueves 26 de Marzo en el Congreso del Estado.

Como para todos es sabido el jueves se aprobó el Dictamen por el Derecho a la vida o “iniciativa antiaborto” cuando se había mencionado y acordado por todas las fracciones parlamentarias que el tema se debatiría hasta después del proceso electoral para impedir que un tema tan serio en materia de salud pública y derechos humanos se prestara a la manipulación, polarización e ideologización que llevarán a un falso debate.

El primero en violar este acuerdo fue la fracción parlamentaria del PAN quienes, precisamente, buscando el apoyo de la Iglesia católica, específicamente, el visto bueno del Cardenal, para el proceso electoral buscando congratularse con él a través de la aprobación de esta iniciativa y buscando también una bandera política con la cual presentarse ante la ciudadanía para “borrar” o desviar la atención de sus graves errores en la administración pública.

Este primer intento de aprobación fue detenido por la oposición, quienes dieron cuenta de este interés mezquino que no sólo perjudicaría a la ciudadanía, sino que a mí consideración también la ofendía, ya que independientemente de estar a favor o en contra de la iniciativa creo que en general estamos hartos de que los políticos utilicen la manipulación electorera, que simulen debates y que negocien con temas tan serios y sensibles.

Debo reconocer que aunque en ese momento el PAN no consiguió la mayoría, no lo considere una victoria, ya que era evidente que muy pocos actuaban por convicción, nuevamente a favor o en contra parecía ser una posición que se jugaría a conveniencia política y no una decisión que se tomaría con seriedad, respeto y en base a argumentos jurídicos.

Desde ese momento pensé que el PAN y la caballería del Cardenal redoblarían sus presiones y sus ofertas para convencer a la oposición, ya que no volverían a contar con una asamblea con mayoría panista después de los numerosos y graves errores que han cometido.

Lograron su objetivo. Los machos en el poder del PAN y el PRI, se sentaron a negociar sobre el asunto del cuerpo de las mujeres, es decir, hombres decidiendo sobre el cuerpo de las mujeres, con el Cardenal y el PRI, quien me imagino creyó inexplicable e incrédulamente que la iglesia los apoyaría o bien dejaría de meterse en el proceso electoral, o la verdad no sé qué podrían pensar o negociar como para aceptar regalarle tremendo pastel al PAN: no sólo lograrían aprobar su iniciativa, evidenciarían y dejarían mal al PRI ante la opinión pública al ser tan evidente que su cambio de postura era por una negociación.

Así se preparó y se tuvo todo listo para uno de los espectáculos más viles y sucios que me ha tocado presenciar. El recinto estaba totalmente resguardado, se impedía la entrada a discrecionalidad a un edificio público, si venías con “ellos” “si te reconocían” “si eras parte de la fiesta” podrías entrar, si eras una voz disidente no contabas con ninguna posibilidad de acceso. Empezó la violencia, la discriminación, la intolerancia.

Una vez dentro del palacio legislativo eran evidentes las medidas de seguridad que habían tomado para que no se les cayera el teatrito, habían solicitado más de quince elementos de seguridad femeninos previendo que algún grupo de mujeres fuera a manifestarse para defender su derecho a expresar su indignación por la negociación, a cuestionar sus decisiones.

Ya era demasiado espectáculo. El recinto estaba lleno de las personas de blanco que sólo representan a un sector de la sociedad, (la mayor parte además eran hombres, al igual que quienes presentaron la iniciativa) y que al igual que los diputados daban muestras de intolerancia.

Comenzaron los aplausos, los gritos, los rezos, la algarabía porque esta vez la fiesta no se caería. La manita de puerco a los políticos estaba bien hecha y se resumía en uno de sus gritos “si quieres mi voto, vota por la vida”

En uno de los recesos de la sesión, dos mujeres con una postura en contra de la iniciativa se acercaron a los curules de los diputados para dejar una hoja con una reflexión de los motivos por los cuales estar en contra. Una persona intolerante, subrayó intolerante, que además les había estado tomando fotos, comenzó a andar detrás de ellas para retirar su documento. Lo repito, ya era demasiado, me acerqué a este señor para pedirle respeto y lo llamé intolerante. Él comenzó a gritarme y llegó otro para apoyarlo y mentarme mi madre.

De verdad lo digo eran tantas las muestras de intolerancia, de fanatismo, de burla de parte de los políticos que francamente me sentí asqueada.

Lo peor estaba por venir. Los discursos de los diputados a favor de la iniciativa y su aprobación. Sólo la fracción del PRD se negó a participar en ese falso debate y a no cumplir con el acuerdo, se retiraron.

Empezaron los discursos de las fracciones a favor de la iniciativa que en mi apreciación personal me parecieron totalmente carentes de argumentos, vacíos, baratos, ideologizados, sentimentalistas, violentos, intolerantes, discriminadores, dramas telenovelescos.

Daré cuenta sólo de algunos de los tantos elementos que me parecieron indignantes en ellos, en los que prevalecieron las referencias “científicas” de que la vida comienza desde la legislación, la protección férrea a la vida (claro, no de todos) y la referencia a frases dichas por personajes históricos y religiosos como Gandhi y la madre Teresa, en contra del aborto.

Uno de los diputados panista señaló que acababa de enterarse que sería padre, y se manifestó orgulloso de ser participe de ese día (increíble para mí estar orgulloso de un día como el que he caracterizado). No hubo mayor argumento. Nadie habló de cuestiones jurídicas, de la problemática de salud pública, de la realidad social.

Otro diputado, prácticamente tiro de malas, insanas o prácticamente tontas a las mujeres, necesitaban ayuda, estaban mal al no querer ser madres, se arrepentirían, sufrirían, debían de protegerlas de sí mismas, era por su bien,. Increíblemente nefasto, retrograda.

Finalmente se me hizo grave el señalamiento violento e inoperante que desde la tribuna se atrevió a realizar un diputado señalando a las dos activistas en contra de la iniciativa, mencionó que le daba pena su postura, que ojalá la modificarían siendo ellas mujeres y viniendo de mujeres. Impensable que alguien se atreviera a hacer eso y que nadie lo señalara.

Las dos activistas como mencioné aguantaron la presión todo el tiempo y no hicieron realmente ningún disturbio pero como señalé querían su fiesta sin negritos en el arroz. Ellas únicamente al terminar la participación de algún diputado se limitaban a hacer algún señalamiento, a dar voz a los que se les negó participar, a evidenciar y cuestionar lo que estaba ocurriendo.

El presidente del Congreso pidió que se les sacara, era asombroso su forma de exhibir sin remedio su intolerancia, rápidamente, dos diputadas impidieron que esto sucediera y se antepusieron a la policía ¿Cómo fue posible que se discriminara y violentará así a dos ciudadanas en el Congreso de Jalisco y por los mismos representantes populares?

Se votó la iniciativa. Aprobada. Aplausos, gritos, fanfarrias, ¿Cómo es posible que con tanto descaro, en ese espacio y con participación de los políticos, se den este tipo de manifestaciones de intolerancia?, ¿Cómo es posible…..?

1 comentario:

  1. Gracias compañera por compartirnos esto... Una verguenza total lo ocurrido el Jueves y orquestado por ls derecha

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